DESESPERANZA
Es la incertidumbre de hacer lo correcto, siempre lo correcto, siempre lo que se espera.
¿Y qué es lo que pasa si quiero alejarme de esta angustia, de este desespero?
¡Si escapo hacia el oxígeno y respiro liberada!,¡ si emerjo a la superficie de este
desesperante anhelo!
desesperante anhelo!
Hay algo en la vuelta que me estrangula, que me atenaza, que me oprime,
Que confunde mi garganta con un alambre de espinos,
que me asfixia, que me aprisiona, que me inmoviliza,
Que inunda mis ojos de desbordante desesperación,
mientras una pregunta se repite intermitentemente en mi cerebro...
¿Merece la pena?... ¿Merece la pena?... ¿Merece la pena?
Pero desgraciadamente, vuelvo a la angustia, al desaliento, a la apisonadora,
sumida en una nube de oscuridad que atenaza mi cordura
y que encoge mi corazón, hasta el punto, de hacerlo invisible,
y se desintegra , y se destroza , y se sumerge …
como el último jirón de una venda envejecida
que vapulea el viento
y que sucumbe bajo su eólico aliento.
No, ¡no quiero volver!, ¡ no me lo merezco!
No quiero seguir sometida al yugo de la tristeza
No quiero ir tras ese mendrugo de pan
que atesora pequeños retazos de un acierto,
Felicidad pasiva,
De esta falseada y reprochable pantomima
en la que se ha convertido mi vida,
Pero al fin y al cabo tan solo somos marionetas,
y bailamos al son de los roles establecidos, de los sentimientos,
¡Malditos seáis todos y cada uno de vosotros!
¡Traidores!, ¡embusteros!
Inhibís la sensatez innata de nuestro cerebro
Que es quién rige nuestra cordura,
y además, promovéis la quimera de que todos vosotros sois,
la miel que fluye, a través de un delicioso verbo, (amar)
Adictivo sí,y apetecible.
¡Sentimientos, estáis camuflados bajo una sonrisa perlada que simula la utopía!
Ofrecéis la imagen de un tierno corderillo que nos espera con los brazos abiertos,
cuando en realidad, lo que hacéis con nuestra alma, es afilar vuestros dientes
hambrientos...
hambrientos...
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